El río Jerte nace en Tornavacas, y fluye rápido y alegre entre el valle que lleva su nombre. De él beben varios pueblos de la zona y su agua se recoge en una presa a pocos kilómetros de Plasencia. En esta ciudad el río cambia de curso y parece abrazar a la llamada Perla del Jerte. Esta situación hizo de Plasencia un lugar estratégico en la reconquista contra los árabes.
