miércoles, 25 de diciembre de 2013

Las tapas de alcantarillado y el arte



Una de las mayores ventajas de vivir en Europa es la costumbre de ir caminando a todos sitios. El corazón de la ciudad de Plasencia es su Plaza Mayor, allí ocurren desde un antiquísimo mercado hasta los encuentros más efímeros. La gente queda para tomar un café en la Plaza Mayor, aunque después deba recorrer otras calles para llegar al sitio que tenían pensado. Allí corren los niños y vigilan sus carreras padres y abuelos, sentados en los bancos o en las mesas de los bares que la rodean. Es una plaza con encanto, pese a que sus edificios no deslumbran en grandeza.

Mucha gente va de paso por la Plaza Mayor, por una u otra causa, por eso es que cuando hay algo distinto en ese lugar inmediatamente se dan cuenta. Un auto que no debía estar, una venta inesperada, unos músicos despistados... cualquier cosa que se salga de la rutina llama la atención, sin embargo, como también es el centro de todo, la gente no se asombra sino que ve con curiosidad cualquier acontecimiento.

Por eso es que hace pocos días, cuando la artista Vivian Asapche visitó Plasencia y en plena Plaza Mayor se hincó de rodillas sobre una tapa de alcantarilla para imprimir su forma, inmediatamente llamó la atención de los que por allí pasaban, pero nadie se detuvo a preguntar, sólo veían curiosos aquella especie de performance sobre las piedras de la ciudad.

Vivian Asapche copió rápida y meticulosamente las formas de las tapas de metal cargadas de información: “agua potable”, “Saneamiento Plasencia 1933”, escudos, círculos y retículas. Vino desde París cargada con sus papeles y tintas especiales y una vez impresas las tapas recorrió la ciudad mientras aquella tinta se secaba en sus láminas.

La artista regresó a su casa cargada de imágenes y con sus impresiones en el bolso. Suponemos que en París, y en algún momento, esas imágenes quedarán sobre un lienzo en esa mágica comunión de vida y expresión que es el arte y del que Vivian es una excelente representante.

Tomada de la página web http://vivianasapche.com

Tomada de la página web http://vivianasapche.com




lunes, 9 de diciembre de 2013

El pesebre de Santo Domingo

Huerto en el nacimiento de Santo Domingo
Vivir en estos países de cuatro estaciones hace que la vida tenga un marcado ritmo cíclico. Las cosas se suceden una y otra vez, y siento que eso da seguridad a la gente porque hace que se afiancen nuestros sentimientos de pertenencia. Una de las tradiciones que intento mantener cada año, por esta época, es el recorrido de los pesebres de la ciudad. Los pesebres tienen algo mágico, es eso de recrear en miniatura la vida de un lugar y de un momento. Este año ya cumplí con el de la Unión de Cofradías en la iglesia de Santo Domingo, en Plasencia, un pesebre magnífico por su tamaño, pero también cargado de una inocencia encantadora.

El nacimiento es enorme, tengo entendido que unos 60 metros cuadrados, que dan para recrear mucho, la vida en Egipto, con su enorme templo y una hermosa barca que cruza el Nilo. Hay mucha gente de la vida común, poblados y tradiciones, como la matanza y las ventas de verduras. Hay ranas en los ríos, serpientes en el desierto y hasta una ardilla despistada intentando subir a una palmera, hay atados de leña, y un hermoso huerto con brócolis reales, coliflores en miniatura y puntas de espárragos asomando de la tierra. Hay piedras y pasto, matorrales y pastores, camellos, gallinas y hasta un enorme cocodrilo de plástico aguardando algún despistado a la orilla del río. Por supuesto, los pasajes obligados de la Biblia ocupan su lugar entre tanta vida, la anunciación, el nacimiento del Niño Jesús y los Reyes Magos.

Trabajar en la preparación de este pesebre debe ser algo agotador, pero debe ser al mismo tiempo algo divertido, algo como para volver a ser niño. Eso de extender la tierra del desierto, colocar los animales, esconder las plantas entre las piedras hechas de corcho, poner sandías de chicle en un huerto en miniatura me atrae y me divierte enormemente. Todo, supongo que tiene un aire de juego que hace que estos belenistas estén todo el año pensando en el momento en que pueden volver a ser niños, como volvemos a ser niños nosotros cuando vamos recorriendo lentamente todo el perímetro del pesebre. Los niños disfrutan, sí, se ve, pero creo que disfrutan más los padres y los abuelos viendo una y otra vez la vida en miniatura. Y es que es época navideña y dan ganas de ponerse a jugar.



martes, 19 de noviembre de 2013

Curiosidades de la ciudad donde vivo

Es cierto que cuando pasa el tiempo y vives en un mismo sitio, todo lo que te asombró o conmovió cuando lo viste por primera vez, comienza a hacerse parte de tu vida y aunque no pierde el encanto, quizás ya no logra emocionarte tanto. Una de las cosas que siempre me he propuesto, a veces no lo logro, por supuesto, es no perder mi capacidad de asombro. Fue una de las razones por las que comencé este blog.

Hace pocos días me vino a la mente las primeras curiosidades que encontré en la ciudad donde vivo actualmente, Plasencia, y hoy he querido reunirlas todas en un ejercicio de memoria, no sólo para ustedes, sino para mí también.

La casa de las dos torres sólo tiene una

La Casa de las dos Torres al fondo, puede verse claramente que sólo tiene una torre
Se trata de la casa palacio más antigua de la ciudad. La mandó a construir el Abad de Santander, Pérez de Monroy, de allí que su nombre sea Palacio de Monroy. De su fachada original, del siglo XIV, se conservan apenas su portada con dos leones bastante chatos y una de sus hermosas torres, porque la otra, lamentablemente, no existe. 

Cuentan que a raíz de aquel Terremoto de Lisboa de 1755, en la torre apareció una enorme grieta, por lo que muchos dieron por perdida la estructura, sin embargo ahí se mantuvo firme varios años más, hasta que algún experto decidió que era hora de tirarla al suelo, y así lo hicieron. Aunque dicen que los que trabajaron en eso dijeron que aquello no lo hubiera tumbado ni otro terremoto. La casa se quedó con una torre y es hermosa, y paso obligado de los turistas, y todo el mundo sigue llamándola “la casa de las dos torres”.

Ah, lo más importante que ocurrió en esa casa –aunque la Historia afirme que fue el nacimiento de María la Brava- fue que allí logró Fray Bartolomé de las Casas que el Rey Fernando de Aragón aceptara por fin el hecho de que los indios “tienen alma”.

Mira las fotos 

Santo Domingo no se llama así

Las primeras veces que fui a visitar El Parador recorrí media Plasencia para ir a un sitio, que por otra ruta hubiera llegado en apenas 15 minutos. Sí, me perdía, me perdía mucho, y como no conocía a nadie preguntaba todo el tiempo dónde quedaba el Parador. Y algunos me respondían: “en Santo Domingo”. Es decir, al lado del Palacio de Mirabel y en el antiguo convento de San Vicente Ferrer.

A mediados del siglo XV, la familia Zúñiga, dueños del Palacio de Mirabel, tenían un hijo que estaba enfermo y encomendaron a San Vicente Ferrer su curación, a cambio construirían en su honor el convento más grande que pudieran. El niño sanó y la construcción se llevó a cabo sobre los antiguos terrenos de la judería placentina. El convento recibe el nombre del santo, y a él van a residir monjes de la Orden de los Dominicos. De allí que se empezara a llamar Santo Domingo, nombre que aún hoy se utiliza, aunque su nombre oficial es Convento de San Vicente Ferrer.

Y ahora luce allí el Parador, enorme y hermoso, con sus túneles y sus fantasmas. Y al lado, la iglesia que sirve para acoger los pasos de la Semana Santa placentina. Una iglesia en cuya fachada, hacia los lados del altar, se pueden ver dos pequeñas puertas, las que utilizaba Leonor de Pimentel para pasar de su palacio a la iglesia que ella misma había mandado a construir.






viernes, 16 de agosto de 2013

La aurora boreal sobre Plasencia



 Si no puedes ver este video desde el blog, pues hacerlo desde


El 25 de enero de 1938 ocurrió un fenómeno en España digno de reseñar. Los habitantes de este país vieron asombrados como su cielo tomaba unas tonalidades intensas, muy diferentes a las habituales. Era la aurora boreal, que pudo apreciarse durante unas horas por estas latitudes. El lugar donde se vio con mayor intensidad parece ser que fue la costa este de España, así lo reseñan algunas notas de prensa del momento. Sin embargo, el fulgor raro de este fenómeno se extendió por todo el país y hasta en Plasencia pudo verse. Gracias a Mary tenemos el testimonio de alguien que vivió ese momento y que puede ponernos en situación por sus estupendas dotes de narradora.


Más abajo un recorte del diario ABC en su edición del 26 de enero de 1938.


viernes, 26 de julio de 2013

Martes Mayor en Plasencia 2013




La primera fiesta popular que disfruté cuando llegué a Plasencia fue el Martes Mayor, así que guardo para esta un cariño especial. El Martes Mayor comenzó a celebrarse desde hace unos 45 años, sin embargo el origen de su celebración se remonta a la fundación de esta ciudad medieval del norte de Extremadura, allá por el siglo XII, pues desde un principio fue evidente la importancia de las transacciones comerciales en este punto estratégico de nuestra geografía.

Como muchos saben, en Plasencia, cada martes del año hay mercado en la Plaza Mayor, hasta allí llegan los pequeños comerciantes para ofrecer sus productos: verduras, frutas, hortalizas, quesos, embutidos, panes y mieles. Cada uno de los vecinos de esta ciudad tenemos ya escogido el puesto donde compramos verduras de un sitio o frutas de algún otro, cada uno según el gusto, el presupuesto y la atención de los comerciantes. Los placentinos dicen “hoy hay martes” como referencia al mercado que se celebra en su gran plaza. Todavía en una de las entradas a las calles que llegan a la plaza podemos ver reuniones de personas haciendo transacciones comerciales de ganado, una de las actividades que dio origen a este exitoso encuentro semanal. Otros, como yo, vamos más por el carácter sublime que tiene este tipo de actividades “de toda la vida”.

Como el mercado semanal es tan importante para esta ciudad, se creó la celebración una vez al año del Martes Mayor como homenaje o enaltecimiento del encuentro semanal. Y con el paso del tiempo, el Martes Mayor ha sido reconocido como fiesta de Interés Turístico Regional y aspira a mucho más, por supuesto. ¿Qué se hace en el Martes Mayor? Se engalana la ciudad y las callejuelas de la ciudad vieja se llenan de puestos donde se venden artesanías, dulces, cestería, cerámica, y cientos de productos más. Se celebra siempre el primer martes de agosto, así que generalmente es una fiesta calurosa y bulliciosa. La ciudad recibe miles de visitantes y los placentinos salimos todos a la calle, a disfrutar cada minuto.

La víspera del Martes Mayor, la noche se vuelve muy larga, porque la gente aprovecha las horas nocturnas para ver y comprar en cada uno de los puestos y para celebrar, por supuesto, en los bares cercanos la ocasión y el reencuentro. El martes, en la mañana se compra todo lo que no se ha podido la noche anterior y las calles están llenas de niños jugando y corriendo entre los puestos del mercado. Entre cuencos y figuras siempre vemos al vendedor de los silbatos de cantos de pájaro, prueba inequívoca de que estamos en un mercado.

Es momento también para la música, los tamborileros recorren las calles al ritmo de sus tambores y sus flautas, y con el tiempo comenzamos a reconocer las letras de sus melodías, así que nos descubrimos de pronto repitiendo en nuestras cabezas letras como “redoble, redoble, vuelvo a redoblar, con ese redoble me vas a matar…”. También, por supuesto, podemos ver charangas, cantantes improvisados, otros más organizados y algunos espontáneos. Eso es lo que tiene el Martes Mayor de Plasencia, el encanto de pasear entre las calles antiguas con el sabor del reencuentro y la alegría del verano.

Este año, 2013, el Martes Mayor se celebrará el día 6 de agosto, sin embargo las celebraciones en la ciudad comienzan desde el día 1 y esperamos que dejen sabor de fiesta para el resto de la temporada.





jueves, 27 de junio de 2013

La Cueva Puta Parió, en un rincón de Extremadura



Hay un pueblo en La Vera que se caracteriza por su grandioso parador turístico y sus magníficas piscinas naturales. Se trata de Jarandilla, lleno de historias, entre ellas algunas de la estancia de Carlos V en estas tierras. En este pueblo hubo hasta hace poco un lugar llamado la Cueva Puta Parió, que se ganó buena fama en toda la zona, ahora es un sitio cerrado para el público y ha dado origen al actual Restaurante Puta Parió.


En este vídeo pueden ver al veterano Pedro Cañadas, el dueño de la Cueva Puta Parió, demostrando sus artes. Entre las cosas que dice: “¿tú crees que esto lo va a ver la gente? Son tan burros, tan tontos que sólo quieren la cultura de los muñecos. Sólo quieren la cultura de los vídeos”. 

sábado, 13 de abril de 2013

Los cerezos en flor en el Valle del Jerte 2013

Cerezo en flor / Foto de Andy Solé
La lluvia hizo que este año esperáramos con más ansias que nunca la floración del cerezo. Por fin, ya están aquí los millones de flores adornado el estrecho valle que recorre el río Jerte. Un momento único para disfrutar de la naturaleza y rendirse ante su majestuosidad. ¡Bienvenida primavera!

Fotos de los cerezos en flor, para el disfrute de todos.

lunes, 25 de marzo de 2013

¿Cuándo llegas primavera?


Foto ©ANDY SOLÉ
Hay un valle al norte de Extremadura que lleva el nombre de un río antiguo, un río que parece manso, pero que truena en su fondo de piedra con remolinos mortales. Es un lugar hermoso, estrecho y fértil. En lo alto de las montañas, bajo las puntas nevadas crecen los castaños, esos que visten de color naranja el suelo durante el otoño. Es el Valle del Jerte, un lugar de peregrinación obligada para todo aquel que disfrute de la magia de la naturaleza.

Durante apenas un par de semanas al año las laderas de las montañas y hasta la orilla del río se cubre de flores blancas. Son los millones de cerezos plantados que florecen entre la última semana de marzo y los primeros días de abril.

Casi desde cualquier sitio se pueden obtener imágenes preciosas de los pueblos rodeados de árboles blancos y de las sonoras gargantas que llevan sus aguas al Jerte. Este año, los brotes están listos para abrir en las ramas de los árboles, pero la lluvia no ha permitido la floración, aunque ya estamos en las fechas normales de otras temporadas. Sin embargo, la naturaleza es sabia y persistente y sólo espera unos días a que llegue el sol cálido de la primavera para abrir las flores que después se convertirán en rojas cerezas.
Foto ©ANDY SOLÉ

Los que vivimos cerca de este bello lugar, miramos al cielo cada mañana y preguntamos ¿cuándo llegas primavera?




miércoles, 13 de marzo de 2013

Cerezo en flor 2013

Fiesta de Interés Turístico Nacional en el Valle del Jerte

TORNAVACAS

VIERNES 22 DE MARZO DE 2013
Exposiciones:
Fotografía: Aguadores y Lavanderas Exposición cedida por la Excelentísima Diputación Provincial de Cáceres). Del 22 de marzo al 8 de abril 2013. Lugar Casa de la Pasión.
Casa Típica del pueblo. Lugar: Calle Real de Arriba
12:00 h: Acto Institucional de Inauguración y entrega de premios “Cereza de Oro”. Lugar: Plaza de la Iglesia
13:00 h: Batukada. Dinamizadores del Taller de Empleo Jerte Vital. Dirección Javi López “Santuka de Fuego”. Lugar: Plaza del Ayuntamiento.
20:00 h. Actuación de la Asociación de Amigos del Folklore Extremeño “Chispa”. Lugar: Casa de Cultura.
23:00h: Concierto GUADILOWA BLUES BAND. Lugar: Plaza de la Iglesia

SÁBADO 23 DE MARZO DE 2013
10:00h. Gran Juego Infantil “EL MISTERIO DE LA CEREZA DE ORO”. Dinamizadores del Taller de Empleo Jerte Vital. Lugar: Plaza de la Iglesia.
11:45 a 14h. Ruta turística guiada por Tornavacas. Dinamizadores del Taller de Empleo Jerte Vital. Salidas y punto de inscripción en la Plaza de la Iglesia.
12:00 h. Degustación de Patatas Revolcás y ponche. Lugar. Plaza del Ayuntamiento.
13:00h. Guiñol. “COLORÍN, COLORADO, ESTE BOSQUE ESTÁ CALLADO”. Autora. Ruth Farrona (cedida por Panduro Producciones). Adaptada por los Dinamizadores del T.E. Jerte Vital. Lugar. Plaza del Ayuntamiento.
16:00-18:00h. Ruta turística guiada por Tornavacas. Dinamizadores del Taller de Empleo Jerte Vital. Salidas y punto de inscripción en la Plaza de la Iglesia.
17:00 h. Cuenta Cuentos: “PICOTINA Y COMPAÑÍA”, Dinamizadores del Taller de Empleo Jerte Vital. Lugar. Plaza del Ayuntamiento.
20:00h. Actuación musica. “SAVIA VIVA”. Casa de Cultura
22:00 h. Proyección obra teatral. “TORNAN LAS VACAS”: Lugar. Plaza del Ayuntamiento.
23:30h. Verbena Popular “LOS TROTAMUNDOS”. Lugar Plaza de la Iglesia.

DOMINGO 24 DE MARZO DE 2012
V MARCHA SENDERISTA DEL CEREZO EN FLOR.
Recorrido: Tornavacas-Cerezal de la Vega-Reserva natural de la Garganta los Infiernos-Los Pilones-Reboldo-Jerte-Cerezal de las Rejolladas-Tornavacas.
Salida: 09:00h de la mañana Plaza de la Iglesia de Tornavacas.
Dificultad: Baja/Media. Distancia: 20 Km aproximadamente.
Duración 6-7 horas aproximadamente.
Ruta Gratuita.
Inscripción: rutasenderistacerezoenflor.blogspot.com
Colaboración: Grupo Senderismo Tornavacas y Grupo Senderismo Jerte.

REBOLLAR
DOMINGO 24 DE MARZO DE 2013
II Ruta BTT Cerezo en Flor.
Salida: 09:30 h. desde la Cooperativa Santa Catalina. Llegada Casa Cultura.
Dificultad: Media/Alta
Coste Inscripción: 10€
Inscripción: rutabttcerezoenflor.blogspot.com
11:00h. Dinamización Infantil con circuito de habilidad, taller de reparación de bici y taller elaboración pin. Lugar: Pista Deportiva del Colegio CRA Tras la Sierra.

EL TORNO
SÁBADO 30 DE MARZO DE 2013
RUTA SENDERISTA GARGANTA LA PURIA
Recorrido: Plaza Mayor (El Torno) - Cancho Gordo - Puente Albariza - Fuente la Oveja - Abraillo - Picotilla - Plaza Mayor (El Torno).
Salida: 10:00 h de la mañana Plaza Mayor de El Torno
Dificultad: Baja/Media. 6,5Km aproximadamente.
Duración 3,5 horas aproximadamente.
Ruta gratuita.
Inscripción: rutasenderistacerezoenflor.blogspot.com
Organizada por el Grupo Senderista El Torno.

CASAS DEL CASTAÑAR
VIERNES 05 DE ABRIL DE 2013
18:00 h. Actuación folklórica de niños de Casas del Castañar. Lugar: Casa de Cultura.
23:00 h. Concierto ANA VICTORIA (Excantante de La vecina del sexto). Lugar: Cooperativa

SÁBADO 6 DE ABRIL DE 2013
Exposición de Fotografía “Mientrasiesta” cedida por la Excelentísima Diputación Provincial de Cáceres. Del 22 de marzo al 8 de abril 2013. Lugar: Casa de Cultura
10:00 h. Gran Juego Infantil “EL MISTERIO DE LA CEREZA DE ORO”. Dinamizadores del Taller de Empleo Jerte Vital. Lugar: Plaza de San Juan
11:45 h a 14:00 h. Ruta turística guiada por Casas del Castañar. Dinamizadores del Taller de Empleo Jerte Vital. Salidas y punto de inscripción en la Plaza de San Juan.
13:00h. Guiñol. “COLORÍN, COLORADO, ESTE BOSQUE ESTÁ CALLADO”. Autora. Ruth Farrona (cedida por Panduro Producciones). Adaptada por los Dinamizadores del T.E. Jerte Vital. Lugar. Plaza de San Juan.
13:30 h. Degustación de Matanza Extremeña y Sopas Cachuelas. Elaboración Cocineros T. E. Jerte Vital. Lugar: Huertecillo
16:00-18:00h. Ruta turística guiada por Casas del Castañar. Dinamizadores del Taller de Empleo Jerte Vital. Salidas y punto de inscripción en la Plaza de San Juan.
17:00 h. Cuenta Cuentos: “PICOTINA Y COMPAÑÍA”, Dinamizadores del Taller de Empleo Jerte Vital. Lugar. Plaza de San Juan
20:00h. Actuación musical “ISI COBOS”. Lugar: Casa de Cultura
23:00h. Verbena Popular “ORQUESTA VENECIA”.

CABRERO
DOMINGO 07 DE ABRIL DE 2013
I RUTA SENDERISTA POR LA IGUALDAD
Recorrido: Plaza Mayor (Cabrero)- Campo de Fútbol- Robledal-Puerto Rabanillo- Alto Sierra-Castaños centenarios- Plaza Mayor (Cabrero).
Salida: 10:30h de la mañana Plaza Mayor.
Dificultad: Baja/Media. Distancia: 12 Km aproximadamente.
Duración: 4:30 horas aproximadamente.
Coste Inscripción: 3€ (fondos recaudados para Fundación Vicente Ferrer). Más info e inscripción en: http://rutasenderistacerezoenflor.blogspot.com.es

viernes, 8 de marzo de 2013

La Serrana en el Alkázar



En la Sierra de Tormantos se mantiene la leyenda de la Serrana de la Vera, Isabel de Carvajal. Esta mujer, nacida en Plasencia y de noble familia, nada menos que los Carvajal, esos cuyo escudo adorna varios edificios de zona. Isabel fue traicionada por el sobrino del obispo de la ciudad, a quien amó y luego éste la rechazó.

Presa del despecho, la mujer decidió irse a los montes de La Vera, muy cerca de Garganta la Olla, allí en las cuevas que el granito hace en las montañas construyó su guarida y durante una buena temporada se dedicó a vengar su honor en cuanto hombre pasaba por el lugar, así fueran pastores (la mayoría), viajeros, mercaderes o simplemente algún despistado que osara subir el escarpado sitio.

Su leyenda se fue extendiendo, ha llegado a nosotros a través de los romances que cantaban los pastores y los vecinos en las veladas, y ha atravesado generaciones enteras desde el siglo XVI hasta nuestros días. Dicen que su historia fue reinterpretada por muchos artistas, y hasta cruzó el mar e inspiró la Doña Bárbara del venezolano Rómulo Gallegos.

Esta brava mujer no murió en una pelea igualada contra una de sus víctimas o en un accidente en un barranco. No, sino que debido a su fama, el temor se extendió por toda la comarca y hasta ella llegó un día la autoridad de la época. Una de sus víctimas había logrado escapar e informó de su paradero. A la Serrana la atraparon y rápidamente la ahorcaron en plaza pública. Esto más o menos es lo que cantan los diferentes romances.

La primera vez que tuve una imagen de la Serrana de la Vera, fue hace más de cinco años, cuando cruzábamos del Monasterio de Yuste hacia Garganta la Olla por una hermosa carretera que bordea la montaña, justo en una primavera, cuando por las piedras cae el agua del deshielo y da una imagen mágica del sitio. Se trata de la estatua que decora un mirador que se asoma hacia el pueblo de Garganta la Olla. Una imagen en la memoria, la mujer imponente que otea el horizonte, con una honda, un puñal y una perdiz colgando en el cinturón, y sobre el hombro derecho una pesada ballesta.

Sin embargo, mañana sábado 9 de marzo seguramente que otra figura de la Serrana de la Vera se sume al imaginario particular, porque la Asociación 24 Fotogramas presentará en el teatro Alkázar de Plasencia, a las 8:30 su corto La Serrana, y que por supuesto, no nos lo perderemos. Allí nos vemos. 

Romance de la Serrana de la Vera


Allá en Garganta la Olla
En la Vera de Plasencia
Salteóme una serrana
Blanca, rubia, ojimorena.

Trae el cabello trenzado
Debajo de una montera,
Y porque no la estorbara,
Muy corta la faldamenta.

Entre los montes andaba
De una en otra ribera,
Con una honda en sus manos
Y en sus hombros una flecha.

Tomárame por la mano
Y me llevara a su cueva;
Por el camino que iba
Tantas de las cruces viera.

Atrevíme y preguntéle
Qué cruces eran aquellas,
Y me responde diciendo
Que de hombres que muerto hubiera.

Esto me responde, y dice
Como entre medio risueña:
"Y así haré de tí, cuitado,
Cuando mi voluntad sea".

Dióme yesca y pedernal
Para que lumbre encendiera,
Y mientras que la encendí
Aliña una grande cena.

De perdices y conejos
Su pretina saca llena,
Y después de haber cenado
Me dice: "Cierre la puerta".

Hago como que la cierro,
Y la dejé entreabierta;
Desnudóse y desnudéme,
Y me hace acostar con ella.

Cansada de sus deleites
Muy bien dormida se queda,
Y en sintiéndola dormida
Sálgome la puerta afuera.

Los zapatos en la mano
Llevo porque no me sienta,
Y poco a poco me salgo
Y camino a la ligera.

Más de una legua había andado
Sin revolver la cabeza,
Y cuando mal me pensé
Yo la cabeza volviera.

Y en esto la ví venir
Bramando como una fiera,
Saltando de canto en canto,
Brincando de peña en peña.

-Aguarda, me dice, aguarda;
Espera, mancebo, espera;
Me llevarás una carta
Escrita para mi tierra;

Toma, llévala a mi padre;
Dirásle que quedo buena.
-Enviadla vos con otro
O sed vos la mensajera.


viernes, 1 de marzo de 2013

Nevada en el Valle del Jerte


Foto ANDY SOLÉ
Las imágenes de la nevada del 28 de febrero en el Valle del Jerte además de darnos el placer de hermosas vistas prometen una primavera florida y una rica cosecha. Las montañas se llenan de agua y las gargantas rugen en su camino al río Jerte.

Mira más fotos

¿Qué hacer en Plasencia?

JUEVES, 28 DE FEBRERO DE 2013
20:30 HORAS
FILMOTECA DE EXTREMADURA (AUDITORIO SANTA ANA) PROYECCIÓN DE LA PELÍCULA “RANGO”, de Gore Verbinski
ENTRADA: 1 EURO

VIERNES, 1 DE MARZO DE 2013
20:30 HORAS
TEATRO ALKÁZAR
“FAR WEST”, de YLLANA PRODUCCIONES
ENTRADA: 6 EUROS (con descuentos para niños y carné joven)

SÁBADO, 2 DE MARZO DE 2013
20:30 HORAS
TEATRO ALKÁZAR
“¡ADIÓS, DON COLESTERO!”, de ArTeatro.
Teatro infantil
ENTRADA: niños, 1 euro; adultos, 6 euros, con descuento para titulares del carné joven.

SÁBADO, 2 DE MARZO DE 2013
20:00 HORAS
AUDITORIO SANTA ANA
CONCIERTO DE LA BANDA DE MÚSICA “CIUDAD DE PLASENCIA”
DIRECTOR: VICENTE PÉREZ PELLICER
Entrada libre

SÁBADO, 2 DE MARZO DE 2013
20:00 HORAS
SALA VERDUGO (ANTIGUA AULA DE CULTURA DE CAJA DE EXTREMADURA”
PRESENTACIÓN DE LOS LIBROS “PLASENCIAS”, DE ÁLVARO VALVERDE, Y “UN LUGAR PARA NADIE”, DE ÁLEX CHICO, PUBLICADOS POR LA EDITORIAL DE LA LUNA LIBROS EN SU COLECCIÓN LUNA DE PONIENTE.
Entrada libre

EXPOSICIONES:

CENTRO CULTURAL “LAS CLARAS”
CLAUSTRO ALTO
Exposición del colectivo UBRIQUE PINTA
Del 4 de febrero al 10 de marzo

CENTRO CULTURAL “LAS CLARAS”
SALA “HEBRAICA”
Exposición de pintura: “El viaje fantástico”, de Ana Hernández de San Pedro Del 4 de febrero al 4 de marzo

martes, 19 de febrero de 2013

EL Valle del Jerte por la cara

El Valle del Jerte tiene para ti el mayor regalo en la historia del turismo de interior del país: 1.000 estancias. 500 plazas de alojamiento para todo un fin de semana (del 1 al 3 de marzo) en el que además podrás disfrutar de actividades de turismo activo, naturaleza y muchas sorpresas más...
Para participar sólo tienes que registrarte antes del 21 de febrero y si resultas ganador/a podrás compartir la experiencia con hasta 7 personas que tú elijas.
Esta es la forma en que el hogar de la mejor cereza del mundo te dice GRACIAS. Gracias por habernos convertido en un referente en turismo de interior.
Adelante, participa: el Valle del Jerte te quiere aquí y te está esperando. ¡Mucha Suerte!

sábado, 16 de febrero de 2013


RAID FOTOGRÁFICO RUTA GARGANTA DE LOS INFIERNOS


OBJETIVOS:

·         Inculcar el respeto y cuidado hacia el medio ambiente, valorando la importancia que este tiene para el medio.
·         Valorar la importancia del medio natural y de su calidad de la vida humana, manifestando hacia él actitud de cuidado y respeto, interviniendo en la media de sus posibilidades.
  • Reconocer los elementos que configuran el medio socio-natural de la zona (relieve, vegetación, fauna, clima, etc.…) y favorecer su conservación.
  • Conocer la importancia ecológica de la Reserva y contribuir a su conservación.
DESTINATARIOS:
    El taller está dirigido al público en general con un máximo de 30 plazas
FECHA Y TIEMPO ESTIMADO:
    La ruta se realizará el día 17 de febrero y el tiempo aproximado será de unas 5 horas, aproximadamente.
RECURSOS:
-          HUMANOS:
·         Trabajadores de la Reserva Natural.
·         Participantes de la actividad.
-          MATERIALES:
·         Cámaras de fotos.

DESARROLLO
    El “raid fotográfico ruta Garganta de los Infiernos” va a consistir en realizar el trayecto de dicha ruta con los participantes, saliendo desde el Centro de Interpretación de la Reserva ubicado en Jerte. Iremos provistos de cámaras de fotografía para ir captando imágenes de la Reserva, vegetación del entorno o si tenemos suerte, algún animal de interés.
   Las mejores fotos que cada uno haya hecho, un máximo de tres por persona, nos las enviarán al correo ci.garganta@juntaextremadura.net y las publicaremos en nuestra página de facebook. 
  Además, los trabajadores de la Reserva Natural irán explicando por el camino las características del paisaje, la importancia de los ecosistemas que lo componen y la riqueza ecológica de la zona. Pararemos a comer un bocadillo y realizar un descanso hacia la mitad del recorrido
   La ruta finalizará en el Centro de Interpretación donde la iniciamos. Aquellos que lo deseen podrán visitar las instalaciones y ver un documental de la zona.

viernes, 15 de febrero de 2013

Placeres



Hace casi dos meses de este día que hoy quiero contarles y me hubiera gustado empezar diciéndoles que era un día luminoso y templado, sin embargo, ese día la luz venía de otro sitio o, pensándolo bien, de varios sitios, menos del sol.

Era un sábado de invierno, lluvioso y hosco, justo el sábado antes de fin de año, un día de esos lleno de preparativos de última hora. Y ese día había quedado con una querida amiga de mi infancia para vernos después de mucho tiempo. Ella vive en Caracas, yo vivo en Plasencia, y las posibilidades de que coincidiéramos en esa oportunidad disminuían por lo corto de su viaje a Madrid, y por mis numerosos y rutinarias ocupaciones. Sin embargo, mi amiga, brillante como ha sido siempre, dijo que tenía ganas de volver a Cáceres pues hacía muchos años que no iba, yo por supuesto rápidamente acepté vernos allí, pues es una ciudad cercana, entrañable para mí y a la que voy con cierta frecuencia.

Llovía mucho ese día, y aun así Cáceres estaba hermosa, como hechizada, con sus monumentales edificios apretándose en las estrechas calles. Me fui en tren y mi amiga llegó a la ciudad en coche, acompañada de su mamá y de otra amiga, así que las cuatro nos pusimos a andar desde la plaza, pasando por el arco de la estrella y subiendo llegamos a la plaza donde un pequeño San Jorge se esfuerza por matar al dragón. Ya a esa altura nuestros zapatos estaban mojados y aunque  llevábamos paraguas la humedad nos impedía disfrutar todo lo que queríamos. Pretendía llevarlas hasta el aljibe grande, el que está en el museo, en el Palacio de las Veletas, porque recuerdo la impresión que me causó con su docena de columnas y el hecho de que a pesar de haber sido construido en el siglo XI se usara para abastecer de agua hasta el XIX.

Cuando llegamos a la altura del museo de Semana Santa llovía tanto que nos metimos allí para ver el sitio y para refugiarnos –las intenciones pueden invertirse en el orden- y lo pasamos muy bien viendo los elementos de esa fiesta tan lejana y enigmática para algunos. Creo que allí salió por primera vez el tema, la intención, el objetivo, la meta a la que todas nos aveníamos con la excusa de ver Cáceres: nuestra amiga había reservado y nos había invitado a comer, nada más y nada menos, que en el restaurante Atrio, ese del que todos hablan, porque aquí en medio de la ciudad medieval y renacentista de Cáceres, justo en la comunidad a veces más olvidada de España, brillan dos estrellas Michelin y pertenecen justamente a ese sitio.

Era temprano y un poco de sentimiento de culpa nos embargaba, queríamos ver Cáceres, pero desde arriba nos enviaban una lluvia y un frío intenso poco recomendado para almas tropicales. Así que después de ver el primer museo, y el pequeño y bonito aljibe que alberga, salimos, entonces volvió a llover con intensidad, y nos metimos en el museo de la Fundación Mercedes Calle-Carlos Balleteros, allí vimos piezas variadas en un hermoso espacio, demasiado ecléctico para mi gusto o quizás para el día, ahora no lo sé. Lo cierto es que ya en la puerta decidimos que aunque era temprano, mejor nos refugiábamos donde debía ser: en el restaurante. Así que dimos vuelta al mapa y nos empinamos buscando la Plaza de San Mateo, y llegamos rápido, mojadas, algo despeinadas y desbaratadas, y muy entusiasmadas.

Llegar fue encontrar un oasis, pero al revés, afuera no quedaba el desierto, afuera dejábamos una hermosa ciudad en medio del diluvio y adentro encontramos un refugio seco. Nos recibieron con amabilidad en un espacio amplio y sencillo, sin lujos, sin arrogancias, y nos ofrecieron una visita a la bodega –que posee fama entre los entendidos- y allí nos dieron un paseo en círculo entre hileras de botellas perfectamente apiladas y seleccionadas, un orgulloso empleado nos informaba de la muestra, de esa ciudad de botellas donde conviven grandes marcas con el producto de pequeños y esmerados viticultores. Las maderas del sitio, la iluminación tenue, la imposición visual de aquellas joyas de la enología nos dejaron asombradas y calladas en un principio, muy serias escuchábamos las explicaciones, hasta que poco a poco nos relajamos y empezamos con algún que otro chiste porque ya estábamos secas, felices de estar juntas y estábamos, además, en un lugar espectacular.

El mesonero se dio cuenta de nuestra actitud más bien campechana y pronto se relajó en las explicaciones sin por eso dejar de contarnos todo lo que concierne al sitio. Luego nos sentaron en una gran mesa redonda, en un comedor claro con enormes ventanales. Siempre he pensado que las mesas redondas ejercen cierta magia en los comensales, tuve una mesa redonda que siempre añoraré, y ese día lo corroboré, sentadas allí estábamos relajadas, afuera quedaba la lluvia, el ajetreo, el viaje en tren, la niebla del camino, la rutina, la situación política de nuestro país, la dichosa crisis de mis tormentos. Aquí estábamos nosotras, felices de estar juntas, y dispuestas a vivir esta experiencia.

Comenzamos tomando una copa de champán, no sé el nombre, era seco, sin embargo, no te golpeaba el paladar y las burbujas eran delicadas y subían perfectamente hacia la superficie de la copa. La mamá de mi amiga no quiso comer mucho, pero nosotras tres nos apuntamos rápidamente a la degustación completa que nos ofrecieron. Nos trajeron también la carta de vinos que era un libro grueso como una novela de unas 400 páginas. Mi amiga rechazó perderse en aquella cantidad de nombres, mientras nos entregábamos a las bromas y a los recuerdos. Así que nos dejamos guiar y nos trajeron un vino de la zona de Rueda, blanco, seco y exquisito, el sumiller nos comentó que un francés era el encargado de esa bodega ubicada en el centro de Castilla y León. Por supuesto, el nombre quedó borrado de mi mente, y ahora lo lamento.

Luego comenzó la fiesta, una serie de platos venían a nuestra mesa, al principio unas milhojas con boquerones, delicioso, con un toque especial de un mus de pimentón. Después, un capuchino de setas, foie y maíz, que fue el único plato que no supe entender, creo que porque no lo esperaba frío. Seguimos con unas gambas marinadas con brotes de mostaza, una cosa mágica, la gamba estaba tan finamente cortada que aumentaba la delicadeza del plato y parecía que no te llevabas nada a la boca, pero luego sentías la mezcla de sabores y era fantástico.

El tiempo entre uno y otro plato era justo el necesario para decantarnos en halagos y contar alguna breve anécdota. Fuimos unas de las primeras mesas servidas ese día, el restaurant poco a poco se fue llenando de gente diversa, y lo mejor, era gente relajada, alegre, sin tensiones. Disfruté porque desde mi sitio, además de tener a la vista a todas mis compañeras de mesa, tenía justo el ventanal que daba a un hermoso patio y ante mi mirada se abría todo el salón así que pude ver todo el ambiente, los gestos, el movimiento de los mesoneros y comensales.

Después de las gambas nos trajeron unos calamares al curry, algo delicioso, que les aseguro no sabe a como suena, porque una cosa distintiva de cada uno de estos platos es que los sabores se combinan perfectamente con las texturas que logran, y esto podemos aplicárselo también y en demasía al siguiente plato, una cigala con jamón ibérico y jugo cremoso. Tampoco sabe a como suena, sabe mucho mejor, el jamón crujiente y estruendoso mezclado con la caricia de la cigala y la cremosidad de ese jugo, que no era jugo de mariscos, ni bechamel, ni nata sino todo eso junto, pero diferente.

El ambiente del sitio, el vino, la suerte de estar allí, nos llevó a reírnos y bromear, cuatro venezolanas juntas en un maravilloso lugar como éste da para mucho. Lo mejor es que nada parecía perturbarse con nuestras carcajadas, los mesoneros eran diligentes y amables y nada estirados o serios como he visto en otros sitios. Estaban relajados y alegres, cada uno de los lectores dará una razón, más amarga o más positiva, sin embargo, insisto que ese día no sé si por ser sábado, por ser fin de año, porque afuera llovía y allí todos estábamos en un refugio privilegiado, lo cierto es que todo se conjugó para que fuéramos felices.

No dejé ni una gota de jugo cremoso, ni de cigala ni de jamón, pero mientras comía todo eso recordaba a mi esposo, a mis hijos, a mi madre, a mis hermanos y a tantos amigos a los que quisiera algún día darles a probar una combinación tan exquisita y delicada como ésta.

Luego nos trajeron lubina con almendras y alcachofas, suave y sugerente. Y de último una pluma ibérica a la parrilla con foie y puré de berros. Una cosa mágica que sabía a la que ahora es mi tierra extremeña, pero que la realzaba, con una magnificencia portentosa y una elegancia sublime.

Aclaro que todos los platos venían en su justa cantidad, exactamente medidos para dejarnos con las ganas de comer más de cada uno de ellos, y a la vez permitirnos seguir con el siguiente. Decíamos éste es el mejor y luego llegaba otro y decíamos, no, éste es el mejor y así hasta llegar al final donde nunca emitimos un veredicto unánime sino disperso y generoso hacia todos los platos.

Después comimos torta del Casar, como nunca la había comido, con una preparación estupenda y en la proporción exacta para impactar con su sabor sin agobios. El postre, celestial por supuesto, fue un tocinillo del cielo con yogurt y cacao. Nos trajeron además una obra de arte del más puro realismo, una cereza fabricada a partir de cerezas del Valle del Jerte y con su forma, unida como si fuera hecha por la naturaleza a su rabito de chocolate en su exacta medida, tamaño y color. Algo mágico para terminar.

Mi amiga, una de las mujeres que conozco que podría ir por la vida mirando a los demás desde arriba desde hace mucho tiempo y que sin embargo, es una de las personas más sencillas, prácticas e inteligentes que nunca he conocido, encima nos dio la gracias por acompañarla cuando nosotras tres nos deshacíamos en agradecimientos ante semejante y magnífica invitación.

No tengo ni idea de cuantas horas pasamos en el Atrio, lo cierto es que la conversación fue reconfortante y que en el fondo ninguna quería irse de allí. Conocimos todo lo que pudimos de ese hermoso hotel moderno y antiguo en medio de la vieja ciudad de Cáceres, hasta los baños nos sorprendieron con sus disimuladas puertas en enormes paredes blancas, allí fuimos la mamá de mi amiga y yo, alegres de vino y deliciosa comida. Y en el camino la mamá de mi amiga, que me conoce desde que tenía unos ocho años, me llenó de palabras cariñosas, y para mí fue una alegría de esas que te mueven recuerdos y sensaciones.

Sé que llegué a mi casa de noche, porque además me trajeron hasta Plasencia, y hubiera dado lo que sea porque se quedaran en mi casa y no hubieran seguido camino a Madrid con esa lluvia y esa niebla persistentes, pero debían irse y yo me quedé reproduciendo una y mil veces en mi mente la serie de sensaciones de ese día.

El restaurante Atrio no es sólo magnífico en su comida, y en la belleza del lugar, tiene una cosa que hoy perdura en mi recuerdo -especialmente cuando en ocasiones voy a algún sitio y el trato duro y desagradable de los empleados me incomoda- la atención. Sin llegar a ser en ningún momento zalameros, serviles o impertinentes, todos los empleados que nos atendieron mostraban una alegría y una cordialidad sincera, ha quedado en mi mente la imagen de un empleado trayendo mi abrigo, comprado en las rebajas de hace tres años, como si fuera una prenda delicada y ayudándome a ponérmelo con una amabilidad sincera. Ese trato cordial, sin imposiciones y cercano, es otro de los grandes recuerdos que me llevo de esta fabulosa experiencia gastronómica.

Para hablar de la vida, del día a día, de las preocupaciones y las metas nos queda el teléfono, el Messenger y el Skype, aunque nunca como un encuentro entre dos amigas de toda la vida. Y hoy, para anotar un delicioso día, nos queda el recuerdo del sábado 30 de diciembre de 2012 en el Atrio de Cáceres, un sábado lluvioso y lleno de luz.